Aquí teniu unes quantes receptes per a fer-vos un spa amb coses que teniu a la nevera. Fàcil, ràpid, natural i ben econòmic!
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La sal, la llimona i el vinagre són uns bàsics de la nostra cuina, no només per a l'alimentació sinó també per a la neteja diària. La sal és un llevataques eficient, el vinagre és bactericida, desinfectant, ataca el greix i neutralitza les males olors i la llimona, a part de deixar una aroma caraterística, és desinfectant. Avui us porto una recepta facileta i útil per a fregar els plats de manera ecològica i barata. Això és el que es necessita per a fer un retavaixelles natural casolà: Ingredients: - 3 llimones - 200g aprox de sal gruixuda - 100ml de vinagre de vi blanc - 200ml d'aigua Tallem les llimones sense pelar en trossets i en traiem les llavors. Ho aboquem al got de la batedora o en un bol fondo. Hi afegim la sal, el vinagre i l'aigua i ho batem bé. Tirem la barreja en un cassó i ho posem a foc no massa fort durant uns 15 min remenant-ho de tant en tant perquè s'enganxa. Passats els minuts, apaguem el foc i ho deixem refredar. El rentavaixelles natural es pot guardar en un pot o carmanyola tancada i a la nevera. Per a fer-lo servir, agafarem un parell de cullerades i fregarem els plats com sempre fem. Hi ha gent que ho posa a la màquina rentavaixelles. Jo no sé si m'en refio massa, no fos cas que s'embussi... Aquesta és la conversió per si el voleu fer amb Thermomix: Posem les llimones tallades a quatre trossos i la sal. Programem 20 segons a velocitat màxima. Afegim 1 tap (cubilete de la Thermomix) de vinagre i 2 d'aigua. Programem 15min, temperatura 100º i velocitat 2. Per tots és ben sabut que l'aloe vera té un munt de propietats beneficiones per a la pell. Ajuda a regenerar i va molt bé tant per a cremades (de la cuina o del sol), per als petits talls i fins i tot per als llavis tallats o el nas encetat. Hi ha moltes cremes que en porten (cal mirar sempre en quin percentatge) i també podem comprar gel d'aloe vera gairebé pur però també podem tenir la nostra pròpia planteta a casa. La planta d'aloe és de clima càlid ihaurem de tenir cura a l'hivern, que no se'ns geli. Per tal de conservar l'aloe vera i tenir gel a punt per a quan necessitem un primer auxili, una bona idea és tallar una fulla o un tros i posar-lo uns 10 minuts en posició vertical en un recipient per recollir-ne la saba. Després tallar la fulla de dalt a baix i extreure'n tot el gel (transparent-blanquinós i viscós) amb l'ajuda d'una cullera. Si no hem de fer servir tot el gel obtingut, el podem posar en recipients adequats per a alimentació i guardar-ho a la nevera o al congelador. Així, potenciarem l'acció calmant a l'hora d'utilitzar-lo en petits accidents domèstics. Una "amiga verda" :P m'ha passat La Contra de La Vanguardia d'avui des de l'altra punta del món. Doneu-hi una ullada, que és prou interessant el tema de l'slowfood. Rosa Solà (Slowfood): "En España vivimos la mentira de que comemos bien" Una de las cabezas visibles de Slowfood Barcelona, asegura que nuestra dieta hoy no es mediterránea y que "hemos perdido las raíces gastronómicas" Vida | 30/10/2012 - 00:12h Rosa Solà, miembro de Slowfood Barcelona Vázquez Montalbán L.F. La Contra - "Podemos cambiar el mundo con nuestras propias manos" Las prisas del día a día y la crisis parecen ser malas consejeras para una buena alimentación. A pesar de ello, Rosa Solà (Badalona, 1966), miembro destacado de la organización gastronómica Slowfood Barcelona Vázquez Montalbán, cree que otra manera de consumir y de comer es posible a pesar de la fuerza de la industria alimenticia. En este sentido el movimiento Slowfood, creado por Carlo Petrini hace más de un cuarto de siglo y que ya tiene más de 100.000 socios en todo el mundo, pelea por defender los productos autóctonos, de proximidad. Una lucha que, según Solà, que fue durante años presidenta en la delegación de Barcelona, empieza por tomar conciencia como consumidores. - ¿Qué les diferencia de otras organizaciones gastronómicas? Una de las cosas fundamentales es que nosotros hablamos de ecología, de biodiversidad, de la pérdida del contacto con la tradición culinaria como parte de nuestra cultura. Hablamos de la mesa como el lugar ideal para transmitir según qué valores de la familia, la mesa como un momento agradable para reunirse. Y además nos sentamos y disfrutamos con la comida. - … La alimentación es la industria que más contaminantes produce, no solo porque usa químicos y abonos sino que además ahora tenemos la manía de traer los alimentos desde la otra punta del mundo y exportarlos también. Después del petróleo, la alimentación es la actividad económica que genera más dinero, así que nos afecta a todos pero el consumidor es el que menos papel tiene dentro de esta planificación. Y cada vez tiene menos papel porque las grandes corporaciones están acaparando todo el mercado. El 70% de los alimentos está en manos de ocho cadenas. Así que al consumidor le quedan pocos recursos para escoger y más en un momento de crisis como en el que nos encontramos. - ¿Es más complicado defender la idea de slowfood en el contexto actual? Sí. Pero con el papel que nosotros hacemos potenciando los alimentos locales, los alimentos ecológicos… en realidad estamos promoviendo una red social local. Que la economía tenga una base sólida allí donde estés trabajando y no enriquecer solo a ocho corporaciones. El problema que tenemos es que la gente dice que las cosas que nosotros defendemos son más caras… - ¿Y no son más caras? Sí lo son, pero lo son por bastantes falacias gubernamentales. Los alimentos que nos llegan a los supermercados son alimentos subvencionados que pagamos con nuestros impuestos. Lo que pasa es que el consumidor no lo sabe. Y lo pagará el agricultor que está ahogado al final de la cadena… - Pero si son más caros es difícil que triunfen en tiempos de crisis… En nuestra alimentación hay muchas maneras de reducir el coste de la cesta de la compra. -¿Por ejemplo? No comprando productos envasados. Comprando productos de temporada. No comprando nunca refrescos… ¡No los necesitamos para vivir! Comprando menos proteína, menos carne, menos pescado… Comemos cantidades industriales de proteína que no necesitamos para nada. No digo que la gente deje de comer todo esto, pero hay que pensar si es necesario comer tanta proteína cada día. Hay que empezar a pensar qué ponemos sobre la mesa. Y de esta manera nuestro gasto diario bajaría muchísimo porque volveríamos a una dieta hecha a base de cereales y legumbres que no cuestan nada y que se pueden preparar de mil maneras. Como hemos perdido el contacto con el sentido común gastronómico, porque todo nos viene impuesto por las grandes industrias que gastan una fortuna en mensajes publicitarios, no somos conscientes de lo manipulados que estamos. Hay vías interesantes, por ejemplo ser miembro de una cooperativa, comprar por Internet… -Esto aún lo hace una minoría ¿Sienten que van a contracorriente con la sociedad? Siempre. Hemos nacido a contracorriente. ¡No podemos competir con los anuncios del Mcdonalds! Pero como consumidores podemos decidir qué queremos comprar. Hay que empezar a pensar qué comemos: tomar menos proteína y más cereales, más fruta y verdura de temporada, que es la que es más barata y quitarse todos los complementos porque están llenos de plástico, de conservantes, de transgénicos… - ¿A qué se refiere con complementos? Toda la comida enlatada, por ejemplo. Está hecha con maíz, que endulza y hace más atractiva la comida. El gusto de las personas se siente muy contento cuando recupera los gustos de la infancia: las cosas dulces y la grasa de la leche materna. Estos son nuestros gustos que están en el hipotálamo. Los otros gustos se deben educar. Las industrias preparan alimentos que van directamente al hipotálamo. Buscan soluciones en el mercado que les permitan ofrecer aquello que saben seguro que funcionará. Muchos productos de comida enlatada o preparada llevan estos aditivos o emulsionantes. Y muchos de ellos están hechos con maíz y en muchos casos es maíz transgénico. Pero de esto no nos informan. El consumidor está indefenso ante la industria. - ¿Qué se puede hacer? La única manera que tenemos de defendernos es: unos ir a pedir una Política Agraria Común (PAC) más sensible con el pequeño agricultor (esto lo hace Slowfood internacional), otros recuperando especies que están a punto de extinguirse, etc. Los que vivimos en las ciudades podemos llevar a cabo campañas de concienciación. La gente se debe defender protegiéndose de comer estos productos. Yo no compro productos que tiene más de tres ingredientes en una caja. - Pero no solo se puede culpar a la industria, los consumidores tenemos una responsabilidad. Sí. Nos hemos vuelto muy comodones. Yo tengo dos empresas, estoy en Slowfood, tengo un hijo de cuatro años y cada día como bien ¡¿Cómo lo hago?! Me planifico. Cuando llega al invierno compro provisiones a granel que me duran toda la primavera. Si voy por la calle y veo una panadería buena, compro pan y lo congelo. Es cuestión de tener la mente activa. - En el contexto en el que nos encontramos hay gente que no se puede permitir comprar estos productos… No puedo salvar la humanidad. También hay que tener un poco de empatía y entender que para la gente que no llega a fin de mes entiendo que la alimentación no sea su máxima preocupación. Si la PAC funciona, los productos ecológicos deberían ser más asequibles. Pero tampoco estoy de acuerdo que estos productos sean de saque más caros. Es un pensamiento cómodo. Ante un pan ecológico que cuesta siete euros o ante siete baguets que cuestan un euro cada uno, decide cuál es el pan que te dura más. Si cada día te compras una baguet y tiras la mitad y te comes toda la porquería que lleva, decide si prefieres eso o comer un pan de siete euros que te dura más días. -¿España es Slowfood? En España vivimos la mentira de que comemos bien. Vivimos en la mentira más absoluta. Se comía bien, pero hemos perdido el contacto con la dieta mediterránea. Nos hemos americanizado mucho. ¿Es comida mediterránea tomar una ensalada hecha con lechuga iceberg y zanahoria de lata? Hemos perdido las raíces. Hace un tiempo se publicó que uno de cada cuatro niños nunca había comida una naranja entera en su vida ¿¡Cómo podemos hablar de dieta mediterránea!? ¡Si tenemos el índice de obesidad infantil más alto de Europa! … Lo que pasa es que aquí no hay sensibilidad gastronómica. Es absolutamente lo contrario de lo que sucede en Italia. Allí vas a cualquier restaurante popular y comes bien. Aquí es difícil comer bien. Vázquez Montalbán ya decía que el peor enemigo de la buena gastronomía son el turismo y las prisas. - Ustedes le dan mucha importancia al producto de proximidad. Mucha. Hay que consumir productos de proximidad porque, primero, llegan con más vitaminas, más minerales, más buen sabor. Han pasado por menos neveras y han hecho menos quilómetros. Segundo, consumiéndolos ayudas a que no se pierda la economía basada en la agricultura local, que no se pierda el trabajo de los agricultores. Tercero, porque quizás ese agricultor está plantando variedades que son seculares aquí y entonces quizás el consumidor podrá probar una manzana que no sea los tres tipos que encontramos en los supermercados. Y por último, porque quizás este agricultor algún día se convencerá que haciéndolo ecológico ganaremos todos. - Recientemente se ha publicado un estudio que asegura que los productos ecológicos no son mejores. Esta frase es una falacia. Lo que dice es que los productos ecológicos no tienen más vitaminas. Pero lo que no dicen es que por lo menos con el producto ecológico te salvas de comer los productos químicos que le han metido al producto convencional. Y aún no sabemos qué repercusión tienen para la salud estos productos químicos. - Está demostrado que comer mal influye en el desarrollo de determinadas enfermedades pero la gente no hace caso ¿Quizás habría que empezar a concienciar desde la escuela? A nivel escolar se deberían hacer muchas cosas. La primera, cambiar el sistema del comedor porque es una vergüenza lo que comen nuestros hijos en la escuela. Comida con excesiva proteína. ¡Les dan panga que es un pescado que se cría en el río más contaminado del mundo! Les dan carne transgénica. Deberíamos replantearnos si nuestros hijos deben comer para ir a la guerra o para estar sentados en la clase. También me pregunto si el sistema de dos platos es conveniente. Quizás se podrían reducir los costes de la comida aumentando la calidad con un único plato, como se hacía antes, a base de arroz y en el que la proteína sea residual. ¡Es una locura a donde hemos llegado! Y nuestros niños son las principales víctimas. - ¿En la comida ecológica no hay una parte de moda? ¡Pues bendita la moda! Me pregunto si las alergias también son moda. Y las enfermedades. ¿Por qué no relacionamos alimentación con salud? ¿Qué problema hay? No interesa… - Muchos destacados chefs españoles defienden el producto de proximidad ¿Cree que esto puede ser beneficioso para lo que ustedes defienden? Los grandes cocineros han hecho una labor extraordinaria. Pero creo que falta un poco democratización de la cocina. Falta que se decanten más por la cocina local y den protagonismo a los agricultores que les llevan la materia prima. - ¿Lamenta que no exista debate culinario en nuestra sociedad? Lo que veo patético, porque esa es la palabra, es que nuestros representantes políticos no se den cuenta de la fuerza que tienen estos movimientos que nacen desde abajo. Solo tienen la fuerza de copiarnos. El departament d’Agricultura de la Generalitat de Catalunya ha sacado un sello kilómetro 0 que es una porquería. - ¿Por qué? No se puede valorar igual un productor pequeño que uno grande ni a un productor ecológico y a uno que no lo es… Lo que hay que hacer es ayudar a encontrar soluciones. Me parece patética la actitud de los políticos, pero también veo que las multinacionales pagan mucho y contra eso… Me puedo quejar en esta entrevista… Leer más: http://www.lavanguardia.com/vida/20121030/54353630588/slowfood-espana-mentira-comemos-bien.html#.UI8wd3PTdz8.facebook#ixzz2AlwfSRpW Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia Feia temps que no plovia tant! Feia falta però, per als que tenim nens, de vegades la pluja ens aixafa la guitarra. Aquí us deixo una bateria d'idees senzilles per a entretenir-nos (petits i grans) els dies de pluja que ens obliguen a passar més hores dins a casa de les que ens agrada. Anem a estampar coses! A l'Abacus venen bosses de cotó cru, llises, com la de la foto. També he vist davantals, necessers, motxilles,... per a personalitzar. De fet, amb un retall es pot fer una bossa com aquesta ben fàcilment o si no, podeu aprofitar-ne una de vella o una samarreta per als nens. Si no us atreviu amb el tèxtil, podeu provar-ho en paper amb una pintura de dits qualsevol que tingueu a casa. M'ha semblat molt bona idea! No ho he provat, però. Retallant figures amb goma eva i engantxant-les a taps de plàstic de les ampolles, podem fer-nos uns segells casolans la mar de xulos. La pega, retallar bé la figura. En venen de fets però la gràcia és fer-nos-els nosaltres, no? Potser començar per figures més bàsiques: el cor, estrella, la fulla,... Retallant un tap de suro directament podem aconseguir el mateix efecte. De fet, podem estampar amb gairebé qualsevol cosa que se'ns acudeixi i per als nens és molt divertit veure com es fa el negatiu i el positiu de les figures. Bon i plujós cap de setmana, famílies!
L'operació "Ambientador natural fet a casa" ha estat un èxit :o) He posat una olla petita amb 2 gots d'aigua al foc. He tallat 2 taronges i 1 llimona en quarts i ho he afegit i he posat un grapadet de claus i d'anís estrellat i ho he fet bullir una estona, que anés reduïnt. L'oloreta que ha deixat anar el vapor de la cocció (sense encendre l'extractor de la cuina, òbviament) ha impregnat tota la casa amb una aroma dolceta i afruitada, molt d'hivern. M'ha encantat! La barreja l'he guardada a la nevera dins una carmanyola i demà la posaré a escalfar en un cremador d'olis essencials, aviam què tal. Animeu-vos a provar-ho! Amb farigola o qualsevol altra herba aromàtica també deu quedar molt bé. Navegant, navegant he trobat unes quantes eceptes per a fer ambientadors naturals a casa. Ja sabeu que no sóc amant de les aromes derivades del petroli i a cas no fem servir ambienadors aerosols, així que m'ha semblat interessant compartir aquesta idea amb vosaltres. Al vespre, si tinc temps, faré el de taronja amb clau i anís estrellat (sense canyella, que no magrada). Ja ho inc tot a punt. Trobareu la recepta aquí |
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